Un legionario en sandalias

Un legionario en Sandalias en los 101 km de Ronda

Los que me conocen, saben que me gusta escribir mi experiencia de cada carrera que realizo, para así tener recuerdos de la misma una vez pasado el tiempo. Este año, he corrido los 101 km de Ronda y me pongo a ello, sin querer que se me pase ningún detalle. ¡¡Comenzamos!!.

Introducción

Seis años desde mi última participación en la conocida prueba de Ultra Distancia organizada por la Legión. Seis años más viejo, pero con la misma ilusión si cabe que en aquel 2018. Ese año hice la carrera de mi vida, junto al amigo Medi y Fran, completando el recorrido de Los 101km Ronda en 10h31’37» y terminando en el puesto 23 de la General y el 9 de mi Categoría. En aquella ocasión corrí con unas Merrell Trail Glove 4.

natural running
DIPLOMA EDICIÓN 2018

Este año decidí preparar para la prueba en sandalias, al igual que en 2017, utilizando la misma marca, Pies Sucios. En aquella ocasión, llevé unas Nunche 2, las cuales aún conservo y de las que tengo gratos recuerdos. Para los 101 km de este año, elegí el modelo Terra, descrito por la marca como unas todoterreno. Estas sandalias se comportaron de manera excepcional tanto durante la preparación como en la prueba misma.

Preparación

En 2021 decidí volver a estudiar después de muchos años. Soy un apasionado del deporte y en especial todo lo relacionado con el running y la técnica de carrera en especial. Así que me he titulado como Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva, para de alguna forma ampliar mis conocimientos y al mismo tiempo estar certificado y capacitado para hablar de ello. He pasado dos años sin seguir una planificación ordenada. Me he limitado a correr un par de veces a la semana para mantener una base aeróbica mínima. Esto ha provocado que, cuando quise retomar el entrenamiento, me resultara más difícil de lo esperado. Por lo tanto, puedo decir que mi preparación para la cita en Ronda se ha concentrado en los últimos cuatro meses. Desde enero hasta ahora, he aumentado progresivamente el volumen de kilómetros, dividiendo mi entrenamiento en cuatro mesociclos de cuatro semanas cada uno. Me he enfocado más en acumular kilómetros para fortalecer mis pies como hace dos años y he dejado en segundo plano el trabajo de fuerza, ya que con mis obligaciones familiares no tenía suficiente tiempo para hacerlo todo.

natural running

¿Es suficiente para terminar la prueba? La respuesta es SÍ. ¿Es suficiente para mejorar el tiempo de 2018? La respuesta es NO. Aunque yo pensaba que sí. Comparando la planificación de aquel año con la de este, este año he sido más organizado y meticuloso. Sin embargo, olvidé algo que en aquel entonces tenía muy trabajado: las sesiones de fuerza. Además, ahora tengo seis años más, lo que también debía de tener en cuenta. Todo esto me ha demostrado que el entrenamiento de los meses previos a la carrera no ha sido suficiente para mejorar mi tiempo..

El fin de semana de la prueba he disfrutado con mi mujer y los dos pequeños de la casa, con tres buenos amigos y compañeros de entrenamientos y sus respectivas parejas. Ya solo por esto, ha merecido la pena el venir una edición más a esta magnífica prueba de Ultrafondo.

natural running

La carrera

Este año, la salida se adelanta a las 9:30 de la mañana, lo cual prefiero porque me da la opción de llegar a meta aún de día si todo sale bien. A las 8:00 ya estábamos dentro del campo de fútbol para asegurarnos una buena posición cuando dieran la señal de salida. Como cada año, el «Novio de la Muerte» precede a la salida, lo que inevitablemente hace que los nervios se pongan a flor de piel y nos llene de emoción por empezar y cumplir el sueño de terminar esta prueba tan especial.

El Novio de la Muerte

Una vez en marcha, es fácil encontrar una buena posición ya que salimos delante, y después de un par de kilómetros rápidos, ajusto al ritmo estimado que tenía establecido. Según mi planificación, hasta Arriate debía mantener una media de 5’32″/km, pero obviamente eso no se cumplió. A los pocos kilómetros me encuentro con mi compañero de club y amigo Juanma, que está en una forma envidiable. Él marca el ritmo y yo intento mantenerme a su lado. No era el ritmo cardíaco que esperaba, pero en principio parece que puedo aguantarlo sin grandes complicaciones. Esto hace que cuando llegamos a Arriate, la media fuera de 5’05″/km. Allí me llevé la sorpresa de ver a mi mujer e hijos (los esperaba en Setenil) y me dio una alegría enorme. Los abrazos y ánimos, como era de esperarse, me dieron fuerzas para seguir adelante.

Arriate
natural running
Arriate

Juanma y yo manteníamos un buen ritmo, presenciando de primera mano la intensa batalla en la categoría femenina. Había hasta cuatro corredoras en menos de 200 metros de distancia entre ellas. Que me corrijan si me equivoco, pero creo que esta ha sido la edición con mayor calidad de corredoras, una auténtica locura los tiempos que marcaron en meta. Nosotros seguíamos concentrados en nuestra carrera, y hasta tuvimos energía para subir alguna historia en Instagram. En el kilómetro 36, acabábamos de subir unos 330 metros de desnivel positivo en apenas 5 kilómetros (Cortijo del Polear).

Km 36

Próxima parada… Alcalá del Valle. El calor empieza a apretar y Juanma decide bajar el ritmo porque empieza a tener amagos de calambres musculares. Yo decido seguir junto a la que en ese momento era la quinta fémina hasta Alcalá del Valle, donde paro a refrescarme y ya me quedo solo durante toda la carrera. Las sensaciones no son buenas y apenas cruzo palabras con los corredores que me encuentro en el camino. No estaba disfrutando y eso me tenía preocupado. Solo me quedaba seguir y esperar que al llegar a Setenil y ver a mi mujer y mis dos pequeños, me subieran el ánimo y así poder continuar.La clasificación en ese momento me era totalmente indiferente; sentía que iba mucho más atrás de lo que realmente estaba.

natural running
natural running
Clasificación en Alcalá del valle
natural running

La llegada a Setenil de las Bodegas se me hace interminable pero conseguimos llegar y disfrutar de uno de los ambientes más bonitos de los 101 Km de Ronda. Las sensaciones no eran las mejores pero aún andaba dentro de los tiempos estimados que tenía planteado antes de la carrera.

natural running
natural running
natural running

Y allí estaban ellos, que me han seguido durante toda la carrera. Sin el apoyo del Team Baeza otro gallo cantaría, y el final hubiera sido totalmente diferente al que fue. No tengo palabras para agradecerle a ella que estuviera de pueblo en pueblo siguiéndome con dos pequeños salvajes. Para mí, casi más mérito tiene lo que ella hizo que lo que hice yo. Como para no pararme a darles besos y abrazos cada vez que me cruzaba con ellos.

Setenil de las Bodegas

Dejo atrás Setenil y me dirijo al cuartel. Me quedan 20 km corriendo solo, dándole vueltas en la cabeza de si debería retirarme en el km 70. Estoy hospedado a menos de un kilómetro del cuartel, pero voy destrozado. Las piernas no responden en las subidas, aunque en llano y bajadas adelanto a todos los que me pasan en las cuestas. Me doy cuenta de que fallé en la planificación. Por más que le doy vueltas, siempre llego a la misma conclusión: me falta trabajo de fuerza y no entrené suficiente el desnivel.

En esos kilómetros, aprovecho para llamar a mi mujer y decirle que me voy a retirar al pasar por el hotel. Le pido que me prepare la cama porque voy directo a ella. Ella me da ánimos y me dice que sigo en los tiempos que le mencioné antes de la carrera, con solo unos 10 minutos de retraso. Al llegar al hotel, me encuentro con mi amigo Chema (un loco del deporte al que aprecio mucho) y entre los dos me animan a seguir. Creo que si él no me acompaña hasta la entrada del cuartel, me hubiera quedado allí. Pero, de alguna manera, cambio el chip y decido terminar aunque tuviera que andar los últimos 31 km restantes. Así que me vengo arriba y sigo sin mirar el reloj ni el tiempo ni nada. Tenía que terminar como fuera, porque para eso estábamos allí: para acabar una edición más sin que el tiempo fuera lo más importante.

Km 70 El Cuartel
natural running
natural running

Aún pasándolo realmente mal, porque como dije antes, las piernas no respondían en las subidas, seguí adelante. En ese momento no tenía idea de mi clasificación, y sinceramente, ya no me importaba. Después de la carrera, vi que en realidad iba adelantando posiciones en cada punto de control, así que no iba tan mal como pensaba. Pero ahora tocaba la peor parte de la prueba: la subida a la Ermita y el Hacho. En 2018, ya lo había hecho y no lo recordaba tan terrible. Este año fue un suplicio; la subida a la Ermita se me hizo interminable, casi 350 metros positivos en apenas 8 km. Me quedé sin agua y me encontraba solo en medio de la nada. Unos kilómetros antes había dejado atrás al equipo que al final ganó en esa modalidad (la lucha por equipos estuvo súper interesante y tuve el placer de compartir kilómetros con ellos). Llegué al avituallamiento del cementerio de Montejaque después de una bajada sinuosa y empedrada que se hizo notar en mis pies, pero que logré bajar corriendo. Antes de la subida al Hacho, literalmente me metí debajo del grifo de agua. Me refresqué bien, llené los dos botes y continué mi marcha para acumular otros 250 metros positivos en 5 km de recorrido, que me llevarían de vuelta a Montejaque.

natural running
natural running

Mi mujer ya me esperaba en Benaoján, y una vez pasado Montejaque, rumbo a la Estación de Benaoján, me doy cuenta de que he superado lo peor de la prueba. Puedo correr en las bajadas y sigo adelantando a corredores que tienen dificultades para mantener el trote. Llego a Benaoján y, aunque llevaba buen ritmo, al ver a mi mujer, solo me sale decirle, «llévame a casa». Pero la verdad es que me sentía mucho mejor de lo que pensaba.

Benaoján
natural running
natural running

Me tomo un respiro con la familia y les digo que nos vemos en la Alameda de Ronda. Solo quedaba apretar los dientes e intentar llegar con la luz del sol .Me quedaban el Cortijo de la Manía, el Puerto de la Muela y esa última subida de la cuesta del Cachondeo que precede a la avenida que lleva a la meta. Ya si estaba seguro de que iba a terminar mi cuarta edición como marchador en los 101 km de Ronda.

natural running
natural running

Quedan apenas 15 km y empiezo a darme cuenta de que, muscularmente, me siento muy bien. Paso a corredores e incluso en las subidas, que se me hacían interminables, soy capaz de mantener mi puesto sin que me adelanten. En las bajadas, me sorprende gratamente ver que puedo mantener un ritmo muy bueno. Solo queda disfrutar de la edición en la que peor lo he pasado, pero de la que más he aprendido.

Disfruto de la subida a Ronda, evitando el empedrado de la calzada al caminar por los bordes, lo cual mis pies agradecen. Al llegar arriba, mi cara cambia al ver la avenida repleta de gente y se desata la locura. No puedo contener mi alegría; como todo aquel que termina los 101 km, me siento ganador. He vencido a mi mente cuando me pedía que me retirara y he gestionado bien la falta de fuerza en las piernas durante las subidas. Incluso logro correr los últimos 600 metros rápido, llevado por la emoción del momento. En ese instante, mi frase «Estoy loco y ando suelto» cobra más sentido que nunca.

Llegada a Ronda

Solo me queda encontrar a mi familia en medio de la multitud para entrar en meta con mis dos pequeños, pero eso resulta imposible. Al final, entro junto a un corredor al que no conozco, pero que gentilmente me deja cruzar la meta antes que él (se llama Polín, corredor muy conocido por la zona, y a quien le debo una disculpa por no haber intercambiado unas palabras con él, ya que mi cabeza solo estaba en encontrar a los míos).

natural running

Detengo el tiempo en 11h23’56», quedando el 39 de la General y el 16 de mi categoría.

natural running
natural running
natural running
natural running

Y para concluir…

Hace tiempo que intento no darle demasiada importancia al hecho de correr con calzado minimalista. Lo uso porque creo que es la mejor opción para la carrera en cuestión. Entiendo que llame la atención verme correr con sandalias a esos ritmos e incluso que genere algún tipo de recelo en algunos corredores. He escuchado de todo… Desde que lo hago por una promesa, pasando porque quiero llamar la atención, hasta que la idea es terminar la carrera para vender sandalias en la meta. Por suerte, los que me conocen y muchos otros corredores, respetan mi forma de correr, aunque no siempre la compartan.

Una de las cosas que me ha enseñado el minimalismo es a no prejuzgar a nadie sin conocerlo, y esto se ha convertido en un estilo de vida para mí. Es mi forma de disfrutar de este deporte. En mi caso, me he dado cuenta, especialmente en larga distancia, que a menor protección, menor cansancio muscular y más rápida es la recuperación después de la carrera. Lo que hago es el resultado de fortalecer mis pies durante muchos años, y estoy convencido de que no es válido para todo el mundo. Lo que me funciona a mí no tiene por qué funcionarte a ti. No pretendo decir que el correr descalzo o con la mínima protección sea la panacea, pero una transición bien realizada puede ser beneficiosa para nuestro pies y por ende, para nuestra salud.

Y termino, afirmando que, «El minimalismo es una herramienta excelente para aprender a correr» por una asimilación natural de una correcta técnica de carrera. El gran problema del corredor popular, en un 90% es que no sabe correr y de ahí todas las lesiones derivadas de la practica de este deporte, por culpa de una mala pisada, la cual intentamos corregir con una amortiguación y grosor de suela excesivos. Pero esto no deja de ser una opinión personal, con lo cuál, que cada uno elija el calzado que crea más conveniente.

Os invito a ser buenas personas, a respetar las opiniones de los demás mientras se expresen con respeto, a ser más empáticos y a no prejuzgar sin conocer. Un abrazo a tod@s.

101 km de Ronda

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Un Legionario en Sandalias